La leyenda irlandesa de Jack-o'-lantern

Halloween tiene diferentes actividades típicas (según el país) y se asocia a difentes relatos, leyendas o símbolos a través de los años. Uno de los objetos que son más comúnes en Halloween es el "Jack-o'-lantern", la calabaza monstruosa alumbrada en la oscuridad. ¿Cuál es el origen de Jack-o'-lantern?


La leyenda de Jack-o'-lantern es de origen irlandés. La mayoría de las tradiciones sobre la celebración llegaron a América a mediados del siglo XVIII con los primeros emigrantes irlandeses.

La leyenda habla sobre Jack, a quién se le conoce como Stingy Jack o "Jack, el tacaño". Jack era un campesino perezoso, pero muy astuto. Una noche del 31 de octubre se encuentra cara a cara con el Diablo en una taberna.

El Diablo había llegado convertido en humano y bebió con Jack por horas. Al descubrir que Jack era un ladrón y mala persona, le pareció muy buena idea tomar su alma.
Luego de revelar su verdadera identidad, Jack ebrio y todo pudo engañar al Diablo, quién quería su alma

Jack pidió un último trago antes de entregar su alma, a lo que el Diablo aceptó, pero cuando tenía que pagar por los tragos, Jack (quién era muy tacaño y además no tenía dinero) retó al Diablo a transformarse en una moneda para poder pagar y además para comprobar su poder sobrenatural.

El Diablo se convirtió en una moneda, pero Jack en lugar de pagar, metió esa moneda en su bolsillo, donde tenía una cruz de plata. El Diablo quedó encerrado y no podía hacer nada.

Jack le propuso liberarlo, pero con la condición de que no lo molestaría en el transcurso de un año (otra versión dice que fueron 10 años). El Diablo tuvo que aceptar.

Luego del tiempo estipulado, el Diablo volvió nuevamente por el alma de Jack. Ahora el astuto Jack volvería a tratar de engañar al Diablo. Esta vez le pidió alcanzar la manzana de un árbol. Cuando el Diablo subió a traer la manzana, Jack talló una cruz en el árbol impidiéndo que bajase.

Nuevamente Jack había engañado al Diablo y esta vez le pidió no volver a molestar nunca más.

El diablo no tuvo más remedio que aceptar. Jack había conseguido su objetivo. Pero el problema vendría después.

Unos años después, luego de morir, Jack pensó que entraría al Paraíso, pero no se le permitió entrar al lugar por los actos de maldad (ladrón, estafador, ebrio) que había hecho en la Tierra.

No tuvo otra elección que ir hacia el Infierno, pero el trato que había hecho con el Diablo (de no tomar su alma nunca jamás) le impidió entrar al Infierno. No había más salida que regresar.

El camino de regreso era oscuro y la única manera de cruzarlo fue usando un poco de carbón encendido (que le otorgó el Diablo), que colocó en un nabo para impedir que el viento consuma el fuego.

Jack siguió vagando eternamente entre el Paraíso y el Infierno. Hoy en día se utilizan las calabazas en vez de los nabos, porque son mucho más grandes y más fáciles de decorar; y además cuando los irlandeses llegaron a Estados Unidos, encontraron abundacia de calabazas.

Muchos señalan que la luz encendida mantiene a los espíritus alejados de las personas o familias en la noche de Halloween, una noche aterradora.

0 comentarios: